El rafting es un deporte divertido del que anualmente disfrutan miles de personas en nuestro país. Al desarrollarse en un río, debes asegurarte de que la empresa cumple unos requisitos para garantizar la seguridad de sus viajeros. Aportamos seis consejos que los pasajeros deberían tener en cuenta antes de contratar la actividad para disfrutar de un rafting seguro. Es importante atender a los precios, pero no lo es menos evitar correr riesgos.
Guía para un rafting seguro
• Experiencia en el entorno: asegúrate de que los monitores de la empresa conocen a la perfección el entorno en el que se mueven. El descenso es muy divertido, pero quien dirige una balsa asume una gran responsabilidad. Los guías han de tener en cuenta las características de los pasajeros, posibles cambios en el medio y ser capaces de evaluar las posibles crecidas del río (que pueden producirse en cuestión de horas). En ese caso, han de tomar la decisión profesional de realizar o no el descenso. Las condiciones del rafting en el Guadalfeo, por ejemplo, pueden variar rápidamente. El monitor ha de tener muy claro si se puede o no realizar el descenso.
• Capacidad de las balsas: las embarcaciones pueden tener capacidad para un número que oscila entre 6 y 14 personas. En Europa, normalmente se utilizan balsas de entre 3,40 y 4,20 metros. Las que empleamos en SaltaRíos pueden albergar de 6 a 10 pasajeros más el guía (aunque depende del peso de los usuarios, del tramo de río que se elija, etc).
En muy raras ocasiones trabajamos con más de 8 pasajeros y el monitor. Incluso, en el segundo tramo del descenso en el rafting que se practica en Granada, optamos por 6 personas y el guía. Ten en cuenta que un exceso en el número de participantes dificulta la maniobrabilidad de la embarcación, reduce la comodidad de los pasajeros e incrementa el peligro de accidente (aumentan, por ejemplo, es más sencillo que alguien reciba un golpe de un remo).
• Presencia de un kayakista de seguridad: Toda empresa experimentada en descensos de aguas bravas respaldará siempre los viajes en rafting con un kayakista de seguridad. Es quien asume la máxima responsabilidad durante un descenso, puesto que ha entrar en acción en caso de problemas. Si un pasajero, por ejemplo, se cae de la balsa y llega a un rápido del río, será el kayakista de seguridad quien le auxilie y le traslade de inmediato a una zona segura. Es su obligación dominar a la perfección la técnica del esquimotaje para poder realizar sus funciones. En caso de que el guía de la balsa se enfrente a algún problema, también ha de responder. Su papel es fundamental, ya que ha de ser capaz de tomar decisiones prácticas con rapidez y sin perder la calma. Normalmente, emplea un kayak de gran volumen y eslora, puesto que una embarcación de estas características permiten el transporte de una posible víctima sin dificultades.
• Materiales: no olvides que la empresa ha de facilitarte, antes del descenso, una serie de materiales: con ellos disfrutarás de la actividad e incrementarás la seguridad: casco, chaleco salvavidas, neoprenos, etc… Forma parte de la responsabilidad de la empresa cuidar el material (se conoce como seguridad pasiva) y revisar periódicamente que se encuentra en buen estado y que cumplirá la función que le corresponde en un momento dado: además de los materiales individuales, el equipo ha de examinar las balsas, las cuerdas de rescate, el botiquín, etc antes de cada descenso.
• Seguros y permisos de navegación: verifica que la empresa tiene los seguros en regla y que dispone del permiso de navegación correspondiente. En caso de accidente, es fundamental que los contratos con las compañías se encuentren al día. También ha de estar dada de alta en el Registro de Turismo Activo.
• Titulación de los guías: resulta importantísimo que cuenten con el respaldo de títulos de la Federación Española de Piragüismo o de la Federación Internacional de Rafting. Con ellos tendrás un respaldo seguro y disfrutarás de un descenso divertido. El equipo ha de contar, además, con formación (cursos) en primeros auxilios. Por supuesto, todo conocimiento adicional (rescate en el río, Rescue III –SaltaRíos colaboró recientemente en la organización de uno en Andalucía-) es de gran interés para que vivas una experiencia inolvidable. Antes del inicio de la actividad, el monitor ha de ofrecer una charla previa. Es una información imprescindible que ha de ser impartida con total rigurosidad.
No olvides que el rafting es un deporte seguro, apto para todos los públicos: viajes infantiles, familiares, despedidas de soltera y soltero o para personas habituadas al ejercicio físico que buscan un tramo más exigente o técnico. En todos los casos, ha de practicarse con responsabilidad y bajo las directrices que marque un profesional cualificado.¡Vigila siempre tus espaldas!