Rafting: ¿deporte de verano o de invierno?
Como sabéis, en SaltaRíos hemos dado por inaugurada la temporada de rafting en los ríos Guadalfeo y Genil. El río Genil, que habitualmente empezamos a descender en abril o mayo, presenta unas condiciones fantásticas para el disfrute de esta actividad. Para que os hagáis una idea: durante la primera sesión de la temporada se registró un caudal de 50 metros cúbicos por segundo. En verano (julio y agosto), esta cifra oscila entre 25 y 35, así que estamos ante unos niveles excelentes para disfrutar del rafting en el río Genil, en Benamejí (Córdoba).
A pesar de que muchas personas vinculan la práctica del rafting al calor, es una actividad perfectamente compatible con temperaturas como las que se registran en esta época en Andalucía. De hecho, en países como Noruega, Nepal o Islandia el descenso de ríos en balsas neumáticas cuenta con numerosos adeptos, a pesar de no ser zonas precisamente cálidas.
En SaltaRíos consideramos que hay dos claves para que el cliente disfrute al máximo del rafting en invierno y primavera. La primera es el equipo profesional que desciende las balsas de rafting: nuestros guías están capacitados para trabajar con volúmenes de agua como los que se registran en estas fechas, porque cuentan con la formación necesaria y han descendido ríos en los que el caudal era de más de 100 metros cúbicos por segundo. Han remado en ríos en los que las condiciones sí que son extremas. Aquí son divertidas. En segundo lugar, para pasarlo bien haciendo rafting en invierno o primavera resulta fundamental contar con los materiales necesarios. Además del calzado, en SaltaRíos disponemos de trajes de neopreno de dos piezas (chaqueta y peto) que son muy confortables. De los hombros a las rodillas, el grosor del neopreno es de 8 milímetros. Son los mismos trajes que empleamos en invierno para el descenso de barrancos.
¡Animáos a probad el rafting en Córdoba y Granada en estas fechas! ¡No os arrepentiréis!