Si te gusta el deporte de aventura es posible que cualquier barranco te permita saciar tus ganas de liberar adrenalina. En Andalucía hay múltiples lugares en los que practicar el descenso de cañones, con niveles de dificultad adaptados a casi todas las personas interesadas en practicar barranquismo. Dentro de ese abanico, el barranco Lentejí es uno de los más desconocidos, a la par que uno de los más atractivos de la zona.
Emplazado en la provincia de Granada (en la Sierra de La Almijara), este descenso de cañones forma parte de nuestra oferta de actividades desde hace relativamente pocos años. Como os comentábamos, resulta bastante desconocido para el gran público, realidad que ha permitido que se mantenga como un enclave relativamente poco explotado, en el que todavía encuentran su espacio especies que han desaparecido de otros lugares como el barranco del Río Verde. Ranas y culebras todavía campan a sus anchas por el Lentejí, que se ofrece en sesiones de corta duración o una actividad más intensa (de aproximadamente unas 5 horas) en la que se recorren múltiples recovecos. La diversión está asegurada en todos los casos.
Este impresionante cañón se podría dividir en tres zonas: alta (dificultad fácil), media y baja (estas dos últimas de dificultad moderada). El descenso largo arranca en el lugar en el que se encuentran afluentes -en este momento de la temporada sin agua- como el Agua Blanquilla. Es la zona del Barranco de la Arroba. Consta de nueve rápeles -descenso de superficies verticales con cuerdas sujetas por un sistema de poleas-, uno de los cuales tiene una altura aproximada de 30 metros. También es preciso hacer numerosos saltos; en barranquismo, un salto al agua es muchas veces la única forma de salvar un obstáculo (ocurre cuando la pared no se puede rapelar).
El único hándicap de este barranco es que es el acceso ha de realizarse siempre en dos coches, pero la experiencia merece mucho la pena. En el barranco Lentejí podrás ver formaciones rocosas muy curiosas y estarás rodeado de una naturaleza en un espacio que todavía no está explotado por el hombre.