¿Vas hacer rafting? ¿Sabes que además de la balsa para descender el río algunas empresas utilizan kayak de seguridad en el rafting? Sobre su necesidad y correcta utilización vamos a hablar en esta entrada, una herramienta que da un plus de calidad a la experiencia.
Alguno pensará que el kayak acompañando a las balsas durante un descenso es un complemento innecesario que sirve sólo para realizar fotografías y vídeos de la experiencia desde un lugar privilegiado.
Sin embargo, prescindir de este kayak, reduce los costes de la actividad al igual que reduce la seguridad ante un hipotético incidente en el agua. Pero la presencia del kayak de seguridad en ocasiones no garantiza su correcto uso, por inadecuado kayak, kayakista o equipo.
Si no hacemos un uso correcto y los tres factores indicados antes no son los adecuados el kayak de seguridad en lugar de convertirse en un apoyo y una herramienta importante ante una posible incidencia se puede convertir en un problema añadido.
El kayak cuanto más volumen tenga mejor, lo ideal para el rescate en aguas bravas es una longitud de 2.5 m a 2.7 m. El kayakista debe ser experimentado, con solvencia en ríos nivel 4-5 y con dominio del esquimotaje (técnica para recuperarse por si mismo si el kayak se da la vuelta), debe conocer el entorno, cada piedra, área conflictiva y punto de evacuación, así como tener conocimientos de rescate. El equipo debe contar con polea (para multiplicar fuerza en caso de rescate o tirar de una embarcación), cuerda de rescate, pala de repuesto, sierra, teléfono móvil, agua y botiquín.
Como ven el kayak de seguridad es una herramienta mucho más útil de lo que imaginaban, ojalá durante su experiencia en el rafting sólo sirva para hacer fotografías y vídeos desde lugares inaccesibles.
El rafting es una actividad segura pero no exenta de riesgos, si tomamos precauciones reduciremos al mínimo las posibles incidencias. Para más información sobre el rafting contacta con nosotros y descubre el rafting en Benamejí (Río Genil), Órgiva (Río Guadalfeo).
