Divertido, desestresante, intenso… El descenso de barrancos es una actividad apasionante y una de las que mejor acogida tienen entre nuestros clientes. Estas fechas son perfectas para pasar un buen rato en contacto con la naturaleza disfrutando, por ejemplo, de rápeles y saltos.
En Granada, el barranquismo en Río Verde y en Lentejí son escenarios que reúnen condiciones inmejorables para practicar esta actividad; en ambos casos, hay distintos niveles de exigencia y tramos para públicos de diferente edad y condición física. Pero, antes de contratar la actividad, es recomendable atender a una serie de consejos que desmenuzamos en este texto, escrito por Alberto Cordero con la colaboración técnica de José Francisco Carbonell Oltra, responsable técnico de la Empresa Alicantina Grieta Aventura. Lo reproducimos a continuación:
El descenso de barrancos es un deporte divertido en el que la naturaleza nos concede permiso temporal para disfrutar de lugares de gran belleza que no se pueden recorrer a no ser que los caudales de agua sean los adecuados. Un permiso para recorrer la modelación viva del agua.
Al igual que otros deportes de turismo activo (rafting, vías ferratas, puenting, etc), entraña ciertos riesgos. Es importante prestar atención a las siguientes cuestiones para hacer barranquismo con garantías:
Conocimiento del entorno: El monitor debe conocer perfectamente el recorrido, las dificultades técnicas, los caudales a los que el barranco se puede descender y la influencia de los cambios climáticos en dichos caudales. Suya es la responsabilidad de la actividad, por lo que tendremos que ser respetuosos y obedientes con su criterio.
Número de personas por monitor: Salvo en recorridos de muy baja dificultad en los que se puede superar esta proporción en un descenso de dificultad media, con rápeles y saltos, lo normal es que vayan unas 5 ó 6 personas por monitor por cuestiones de seguridad y agilidad en el recorrido. Si nuestro grupo es más numeroso se debe sumar un guía más siguiendo la misma proporción.
Materiales: En el barranquismo es imprescindible el uso de neopreno completo, peto y chaqueta de 4 milímetros de espesor como mínimo, porque además de los recorridos acuáticos las pequeñas esperas en el montaje de maniobras técnicas tienden a enfriar a quien disfruta del descenso. Debes exigir a tu empresa dicho neopreno, calcetín del mismo material de 3 milímetros, casco, arnés, mosquetón y ocho, la cinta de anclaje puede usarse de forma personal o bien contar con una extra por parte del monitor para asegurarte en el momento de empezar las maniobras. Es muy importante que el calzado que lleves al barranco sea lo menos deslizante posible (botas de montaña o zapatillas deportivas), aunque hay calzado específico para esta actividad ya que siempre caminaremos por superficies deslizantes. Recordad que un tropezón o una torcedura de tobillo puede desembocar en una evacuación lenta por la inaccesibilidad de los barrancos.
Seguros y permisos: Como los barrancos están en lugares naturales privilegiados y frágiles, en algunos casos se requieren permisos administrativos para realizar la actividad, sin los que las compañías tanto de responsabilidad civil como de accidentes no se harían cargo de un improbable contratiempo. Es imprescindible que exijas a la empresa con que vayas a realizar la actividad los seguros, siempre obligatorios y los permisos en el caso de que sean necesarios. Además, la compañía ha de estar dada de alta en el Registro de Empresas de Turismo Activo.
Titulación: Lo que te garantiza la cualificación de los monitores de tu empresa es su titulación, que en el caso de los barrancos es la de Técnico Deportivo en Barrancos de Nivel II; pero si además los guías cuentan con títulos certificados en seguridad como el Rescue (que imparte nuestra empresa) u otros privados te sentirás más seguro.
Teniendo en cuenta estos consejos, seguro que disfrutarás de un emocionante y bonito descenso por los recorridos del agua. Lánzate y disfruta. Para empezar, te proponemos que practiques barranquismo en río Verde o Lentejí. ¡Te sorprenderán!